18/8/11

Crítica a las materias “prácticas” (1° Parte)

Como todos los estudiantes de derecho saben, sino todas en su mayoría las Facultades que dictan la carrera de Abogacía poseen en sus planes de estudios materias llamadas “Prácticas” o “Prácticas profesionales”, como más guste llamarse.

En primer lugar, olvido o no olvido, vaya uno a saber, pareciera que en la mayoría de los casos las únicas dos ramas del derecho que existen son la Civil (y de rebote Comercial por tratarse de un Código Procesal único) y la Penal. Es decir, que se olvida la praxis en áreas del derecho como Derecho Constitucional, Derecho Administrativo, Derecho Laboral, Derecho Internacional Público, etc. ¿Acaso lo único que va a hacer en su ejercicio un profesional será obtener excarcelaciones o interponer demandas de daños o promover juicios ejecutivos? Vaya deficiencia en este punto si las hay.

Por otro lado, existe casi una presunción iure et de iure de que TODOS los estudiantes que se gradúen ejercerán la profesión liberalmente. Ello conlleva a que, salvo contadas excepciones, las llamadas materias “prácticas” se dediquen a enseñar, cuando lo hacen, una serie de formalismos, muchas veces innecesarios, destinados a la redacción de escritos. Pero, olvidan cuestiones tan importantes como la atención al cliente, el trato con los colegas, el trato hacia los empleados judiciales y demás. Reconozco, que con ésta observación me sigo reduciendo al abogado litigante. Sin embargo, el papel del profesional del derecho quedaría reducido a una simple máquina redactora de escritos hasta obtener una sentencia por parte de un juez. Cualquiera que tiene una somera idea de la profesión, sabrá que las implicancias del “Abogado” (en el sentido laxo de la expresión) son muchísimo más amplias que lo que se enseña en la Facultad de Derecho.

No obstante, si queremos reducirnos… a lo sumo, se podría tener en cuenta, como mínimo que muchos de los recién recibidos (e incluso los que aún no) trabajarán del otro lado del mostrador, es decir en el Poder Judicial, y para esos casos debiese haber aunque sea una mínima preparación en esos aspectos (la realidad de la Administración de Justicia enseña que muchos despachos son realizados por empleados administrativos).

Es decir, la preparación que nos otorgan estas pseudo materias prácticas, resulta a simple vista deficiente en la gran mayoría de sus aspectos…

¿Continuará…?

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